¡Bienvenidos un sábado más a la Academia Quintus!

Hoy solamente trataré un tema que considero fundamental y quiero explicarlo en profundidad:

• La victoria a través de la derrota: estás preparado para ganar, pero ¿estás preparado para perder?

La victoria a través de la derrota

Tú, como todo el mundo, fantaseas con tus sueños cumplidos. Quizá te imagines viviendo en un ático enorme de Manhattan, con varios millones en el banco y el garage lleno de cochazos.

Todos hemos soñado despiertos con esas cosas y sabemos muy bien qué haríamos en esas situaciones.

Sin embargo, pocas veces (o ninguna) te has imaginado trabajando para conseguir todo eso que quieres.

No solo porque crees que es imposible, sino porque sabes que conseguir todo eso requiere mucho esfuerzo.

En otras palabras: Quieres tener el bebé en tus brazos pero sin pasar los dolores del parto.

Lo siento por decirte esto, pero a menos que te toque la lotería, eso es imposible.

Sé que estás preparado para ganar, pero ¿estás preparado para perder?

Si realmente quieres ganar, primero tienes que estar dispuesto a perder. Y no una vez, sino muchas.

El éxito no es una línea recta: es un camino lleno de curvas, baches y caídas dolorosas.

Lo que te diferencia de los demás no es si ganas o no, sino cómo respondes si las cosas no salen como esperabas.

Cuando te imaginas a personas exitosas (empresarios, deportistas, cantantes, actores) seguramente ves sus triunfos: los aplausos, los trofeos, los reconocimientos, el dinero.

Pero no se ve el camino que les llevó ahí: las derrotas, las noches llenas de dudas, los errores que parecían insuperables, la incertidumbre por no saber si están dando el paso adecuado o no.

Cada historia de éxito está construida sobre unos cimiento de fallos, aciertos, aprendizajes y experiencias.

Sería genial que todo saliera bien desde el principio ¿verdad?

Pero así no funcionan las cosas. La primera vez que intentas algo no tienes experiencia y te la pegarás. Es inevitable.

Y pensarás que estoy loco, pero te diré que cagarla al principio es bueno porque aprendes de los errores.

¿Por qué es tan importante estar preparado para perder? Porque las derrotas son inevitables.

Puede que planifiques tu camino hasta el último detalle, pero la vida siempre tiene otros planes para ti.

Te encontrarás con obstáculos que no esperabas, momentos en los que te sentirás frustrado y pensarás que quizá esto no es para ti. Incluso con desgracias personales con las que no contabas.

Pero es justo en esos momentos cuando se ve quién es capaz de seguir adelante y quién se queda atrás.

Cada vez la vida te da un revés, tienes dos opciones:

• Hundirte en la frustración.

• Aprender y levantarte con más fuerza.

Las derrotas tienen un poder especial y único: te obligan a replantearte tus estrategias, a ser más creativo, más resistente, más disciplinado.

Piensa en lo siguiente: ¿Qué harás cuando te enfrentes a tu primera gran derrota? Porque llegará.

Tal vez no consigas ese trabajo que tanto querías. Tal vez fracases en un proyecto en el lleves meses currando. Tal vez suspendas ese examen que llevas tanto tiempo preparando.

Y cuando eso pase, tendrás que decidir: ¿Te rendirás? ¿O usarás esa experiencia como combustible para seguir adelante?

Las derrotas no solo te enseñan lo que no funciona, sino que también te ayudan a conocerte mejor.

Te muestran de qué pasta estás hecho y cómo puedes adaptarte a la situación.

Cada obstáculo superado es como una medalla invisible que llevas contigo, recordándote que eres capaz de enfrentarte a cualquier cosa.

Hay una frase que probablemente hayas escuchado: “El fracaso es el mejor maestro”. Y aunque pueda sonar como un cliché, es absolutamente cierta.

Algunos de los mejores inventos, empresas y éxitos nacieron de fracasos:

• Steve Jobs fue despedido de Apple, su propia empresa, antes de volver y convertirla en un gigante.

• Michael Jordan no fue seleccionado para el equipo de baloncesto de su escuela.

• J.K. Rowling fue rechazada por varias editoriales antes de que Harry Potter viera la luz.

Ellos no dejaron que sus derrotas definieran su futuro. Aprendieron, se adaptaron y siguieron adelante luchando con más fuerza todavía.

El éxito no es para los que nunca caen. Es para los que están dispuestos a levantarse una y otra vez, incluso cuando todo parece perdido.

Te vuelvo a preguntar: ¿Estás preparado para perder?

La próxima vez que te encuentres con un obstáculo, quiero que lo veas como una oportunidad:

• Una oportunidad para demostrarte a ti mismo que eres más fuerte de lo que crees.

• Una oportunidad para aprender algo nuevo.

• Una oportunidad para reafirmar tu compromiso con tus sueños.

Las derrotas no son el final del camino, son una parte indispensable del proceso. Y cuanto antes las aceptes y aprendas de ellas, más rápido te acercarás a tus sueños. No tengas miedo de caer. Ten miedo de no intentarlo.

Cada paso que das, incluso si es un paso en falso, te acerca a tus metas.

Antes de terminar, aprovechando que es sábado y probablemente tengas esta noche libre, te recomiendo que veas la película “Rocky”, porque representa perfectamente el éxito a través del trabajo y de los fracasos.

¡Un abrazo!

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