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Micro Miércoles
Ten cabeza en Navidad | Carta a los Reyes Magos | Nos vemos en Hobbiton | Calma en la mesa
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Parece mentira pero exactamente en una semana celebraremos Nochebuena, dando el pistoletazo de salida a la “temporada de comilonas”.
Aunque bueno, seguramente ya hayas salido a comer o cenar con compañeros de trabajo o amigos.
Sea como sea, entramos en la recta final del año y hay que disfrutarla. Precisamente por eso, mi mail de hoy trata sobre cosas relacionadas con estas fechas navideñas.
En el correo de hoy hablaré de:
🔍A problemas, soluciones: Ten cabeza en Navidad.
💡El descubrimiento: Carta a los Reyes Magos.
🎯La recomendación: Nos vemos en Hobbiton.
🤔La reflexión: Calma en la mesa.
🔍A problemas, soluciones
En Navidad casi todo el mundo gana algo de peso.
Y es normal: hay muchas fiestas por delante llenas de comidas familiares, cenas largas, dulces, brindis… forma parte del paquete.
Subir 1 o 2 kilos no es ningún drama, entra dentro de lo razonable.
El problema empieza cuando no son 1 o 2, sino 4 o 5.
Ahí ya no hablamos de disfrutar, sino de descontrol.
Y lo mejor para perder esos posibles 4 o 5 kilos… es no ganarlos en primer lugar. Puedes evitarlo siguiendo algunas cosas simples que yo hago, y funcionan:
Sal a pasear todos los días.
Además de quemar calorías extra, mantienes el cuerpo activo y la cabeza despejada.No comas con ansia.
La comida de Navidad no se acaba. Mastica despacio, disfruta y para cuando ya estás lleno.Ten en cuenta el contexto.
Si sabes que hoy hay comida especial, no pasa nada por comer un poco menos el resto del día. Y lo mismo aplica al día siguiente.Compensa, no castigues.
No se trata de pagar excesos, sino de equilibrarlos. Si algún día comes de más, compénsalo el día siguiente para mantener un cierto equilibrio.
Disfruta, come y celebra. Pero sin perder el timón.
💡El descubrimiento
Carta a los Reyes Magos
A veces es muy complicado hacer regalos. Hoy en día casi todo el mundo tiene de todo y en determinadas ocasiones es difícil acertar.
Una de las cosas más prácticas que hemos empezado a hacer en mi entorno es algo muy simple: intercambiar listas de regalos.
Cada uno hace una pequeña lista con cosas que le gustaría recibir, a momo de carta a los Reyes Magos.
No es obligatorio que tengas que elegir algo de esa lista sí o sí. La clave es tenerla como respaldo.
Sirve para esos momentos en los que:
– No sabes qué regalar a alguien que ya “tiene de todo”.
– Te bloqueas pensando si acertarás o no.
– O directamente esa persona no tiene ni idea de qué regalarte a ti.
Con una lista de este tipo se reduce el estrés, se evitan regalos inútiles y se gana tranquilidad para todos.
Además, no elimina la sorpresa, porque nadie te obliga a seguir la lista al pie de la letra. También puedes usarla como inspiración sobre gustos, necesidades o ideas.
Si estas Navidades quieres regalar mejor y sin comerte la cabeza, intercambiar listas con tus seres queridos puede ser una de las mejores decisiones que tomes.
🎯La recomendación
Nos vemos en Hobbiton
No sé si te pasa lo mismo pero hay películas que, cuando llegan estas fechas, apetecen más.
Y para mí, pocas tienen ese aura especial como la trilogía de El Señor de los Anillos.
Es la fantasía y la aventura.
El ambiente.
La música.
Los paisajes.
El ritmo pausado mezclado con momentos épicos.
Ver El Señor de los Anillos en Navidad se siente distinto. Como si encajara mejor con el frío, con las luces, con las tardes largas en casa.
Tiene algo casi ritual, casi navideño, aunque no tenga nada que ver con la Navidad en sí.
 | Y me pasa exactamente lo mismo con la saga de Harry Potter. Son películas que no envejecen, que puedes volver a ver una y otra vez, y que en estas fechas se sienten como volver a casa. No hace falta hacer un maratón entero (aunque si lo haces, tampoco pasa nada). A veces basta con ver una, dejarte llevar y gozar. En un mundo que va siempre deprisa, estas sagas son una excusa perfecta para parar, disfrutar y compartir tiempo en casa, en familia. |
🤔La reflexión
Calma en la mesa
La Navidad tiene algo maravilloso: nos reúne.
Familia, amigos, conversaciones largas, mesas llenas y reencuentros que no se dan el resto del año.
Pero también tiene una realidad menos ideal: casi siempre hay alguien conflictivo.
Esa persona (el Grinch que tenemos en todas las familias) que parece ir buscando el roce, la crítica, la pulla o la discusión.
A veces sin mala intención, pero otras, claramente con ella.
La clave está en entender algo muy simple: No todas las provocaciones requieren respuesta.
Responder, entrar al juego o intentar “poner a esa persona en su sitio” suele tener un resultado previsible: tensión, mal ambiente… y una reunión familiar estropeada para todos.
Mantener la calma no es ser débil, es ser inteligente.
Ignorar no es huir, es elegir qué batallas no merecen tu energía.
Deja pasar el comentario.
Cambia de tema.
No alimentes el fuego.
Porque una discusión dura unos cuantos minutos, pero el recuerdo puede durar años.
No permitas que alguien que no controla sus emociones controle las tuyas.
Cuida el momento.
Cuida a los que sí merecen tu atención.
Y recuerda que, a veces, la mejor respuesta es no dar ninguna.
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