Mi error de hace 6 años

Hace 6 años estaba sentado en mi escritorio mirando videos de YouTube, buscando formas de ganar dinero extra, pero que no necesitasen dedicarles mucho tiempo.

“¿Esto es realmente posible? ¿de verdad es tan sencillo?” pensé cuando vi un video de una persona que se dedicaba a crear páginas web para vender productos de Amazon a través de ellas.

El negocio es bastante sencillo: consiste en poner enlaces de afiliación a productos de Amazon en tu página web, y cuando la gente compra algo, Amazon te paga una comisión.

“¿Solamente tengo que crear una web y hacerme una cuenta de afiliados de Amazon para ser rico? ¡Mañana mismo me pongo!“ fue lo siguiente que pensé.

Al día siguiente, que era sábado, me levanté de la cama con una sonrisa en la cara, emocionado por empezar a crear mi web de ventas de productos de Amazon.

Las piernas me temblaban mientras encendía el ordenador, mi corazón latía como si estuviese corriendo una maratón y la sensación de estar a punto de hacer algo grande podía casi acariciarla.

Mi motivación estaba por las nubes mientras seguía paso a paso todo lo que decían en el video tutorial, cuando de repente, sonó un piano.

Ese piano que tú, yo y todo el mundo hemos escuchado infinidad de veces. Esas tres notas seguidas de piano que duran un segundo, pero que te joden el día entero: el sonido de error de Windows 10.

“Menuda mierda, no voy a poder hacer esto” dije en voz alta.

Resulta que el video que estaba viendo ya tenía unos años y los pasos que se explicaban en él, ya no se podían seguir en la versión actual del programa para crear la web.

Todo el ánimo que tenía se vino abajo como un edificio que está siendo demolido. Colapsó sobre sí mismo y se hundió profundamente.

Ese fue mi primer intento de crear una web para vender productos de Amazon.

Como ves, todo el mundo comete errores buscando su camino.

Y uno de los mayores errores que yo cometí fue confiar en la motivación para actuar.

Solo hay una cosa que te separa a ti de la vida que realmente quieres vivir.

Sé exactamente cómo se siente aspirar a grandes metas y sueños, pero no tener ni idea de cómo alcanzarlos.

Los años siguen pasando y haces muy pocos avances, o directamente abandonas.

¿Hay solución para todo esto? ¿Hay alguna forma de dejar de sentirte abrumado por tus metas y sueños, y cumplirlos realmente?

He dudado en mandarte este mail porque hay muchos videos en YouTube, hilos en X o entradas de blogs tratando este tema, pero al final pensé: "Sí, voy a escribirlo. Este mensaje ha tenido un impacto real en mi vida y tengo que compartirlo. Creo que podría ayudar a alguien o incluso cambiarle la vida".

Durante muchos años he intentado descubrir con todas mis fuerzas qué era exactamente lo que me impedía avanzar en mis proyectos y creo que ya lo sé: depender de la motivación para actuar.

Siempre que he querido hacer algo, he necesitado estar motivado para ponerme con ello, y si la motivación no venía a mí, abandonaba.

Ese era mi gran error: estaba dejando que mis emociones dictasen lo que podía lograr en lugar de simplemente actuar y conseguirlo.

Desde entonces, nunca espero a estar motivado para actuar. Ya no tengo en cuenta si me apetece o no.

Lo hago al revés: actúo y la motivación aparece como consecuencia de la acción.

No puedes controlar cuando te sentirás inspirado, pero sí puedes controlar cuando vas a empezar a hacer algo, cuando vas a tomar acción.

Es como la gran frase de Pablo Picasso: “Que las musas te pillen trabajando.“

Es decir: la inspiración/motivación/ganas de trabajar o como quieras llamarlo, no aparece cuando quieres. Por eso es mejor actuar y empezar a trabajar, con o sin ganas.

Porque es precisamente mientras trabajas, cuando esas ganas de seguir adelante, esa motivación que te hace sentir bien, aparece.

Las grandes metas abruman a cualquiera y por eso hay que subdividirlas en pequeñas tareas e ir completándolas de una a una.

Si quieres construir una casa seguramente te agobies por todo el trabajo que conlleva, pero si te centras en levantar 4 líneas de ladrillos cada día, la cosa se ve mucho más fácil.

Esa es la clave: tomar acción y completar pequeñas tareas, una detrás de otra.

No esperes al momento perfecto para empezar, no esperes a sentirte motivado, no esperes a tener cada paso del proceso meridianamente claro… porque eso es imposible.

El impulso que supone ir realizando pequeñas tareas una detrás de otra no se consigue esperando a que todo este de nuestro agrado. Se consigue actuando ya, en este mismo momento.

¿Cuántas veces has estado esperando a sentirte motivado para hacer algo, solo para terminar perdiendo varias horas mirando tu teléfono, procrastinando o convenciéndote de que ahora simplemente no es el momento adecuado?

Ese es el ciclo que te mantiene atrapado. Ese es el ciclo que me mantuvo atrapado.

Ese es el ciclo que yo rompí y ese es el ciclo que tú vas a romper.

En el momento en que empiezas a hacer cosas, incluso cuando no tienes ganas, algo cambia.

Tu cerebro entra en modo acción y tu energía parece seguirle el ritmo.

Cada pequeño paso que das, lleva a otro. Y ese a otro más… así sucesivamente hasta que al final llegas a tu meta.

En lugar de sobrepensarlo, en lugar de esperar a sentirte listo, simplemente da un pequeño paso.

No puedo decirte exactamente cuál es ese paso para ti, pero si te pones a pensarlo, podrás encontrar algo pequeño que puedes hacer hoy mismo, para empezar a moverte en la dirección apropiada.

Eso, querido amigo/a, eso que parece una tontería muy sencilla, te cambia la vida por completo si lo pones en práctica.

No esperes a tenerlo todo planificado al milímetro, simplemente comienza.

Es más fácil cambiar de dirección si estás en movimiento, que empezar a andar desde cero.

Empieza cuanto antes, ya tendrás tiempo de ir haciendo ajustes o cambios de rumbo por el camino.

Entonces, ¿cuál es la única cosa que te separa de la vida que quieres vivir?

Tomar acción.

La diferencia entre aquellos que realmente crean y logran cosas, y aquellos que solo sueñan con hacerlo, es tomar acción. Es dar ese primer paso.

No seas una de esas personas que tras leer esto se siente motivado, pero deja que se apague la llama porque no actúa.

Sé de esa minoría de personas que SÍ toma acción.

Da un pequeño paso hoy. No solo sueñes con hacerlo, hazlo.

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