- Academia Quintus
- Posts
- Kaizen: la mejora continua japonesa
Kaizen: la mejora continua japonesa
Qué es y cómo aplicarlo a tu vida
Juan se apuntó al gimnasio y su amigo Alberto decidió salir a pasear una hora al día.
Tres meses después, Juan pesa más que antes de ir al gimnasio y Alberto está más en forma que nunca ¿Qué ha pasado?
En el mail de hoy:
El método kaizen.
Te daré un libro que trata este tema en profundidad.
Kaizen: el método japonés de la mejora continua
Juan y Alberto son dos amigos que tenían “cierto” sobre peso.
En enero, con toda la motivación de los buenos propósitos, Juan decidió apuntarse a un gimnasio.
Se compró la ropa deportiva más técnica y cara que pudo encontrar y llenó su cocina de batidos detox y productos orgánicos.
Alberto, en su lugar, sabiendo que le costaba adoptar hábitos nuevos, decidió empezar únicamente saliendo a pasear una hora al día.
A finales de marzo Juan pesaba más que en enero, porque a mediados de febrero dejó el gimnasio y la comida saludable.
Intentó pasar de una vida completamente sedentaria, a una vida super activa.
Y esos cambios tan drásticos casi siempre salen mal: se cansó de ir al gimnasio y de comer saludable, y volvió a su antigua rutina de sofa + comida basura.
En cambio, Alberto, con su pequeño pero constante esfuerzo diario de caminar una hora al día, había perdido 6 kg y ahora sí estaba considerando apuntarse al gimnasio, porque sabía que había desarrollado la disciplina necesaria.
Eso mismo es el kaizen: mejora continua dando pequeños pasos, pero constantes, es decir, mejorar un poco cada día.
El concepto japonés de kaizen viene de "kai" (cambio) y "zen" (bueno). O sea, hacer cambios buenos, sostenidos y progresivos
Nada de fuegos artificiales ni cambios drásticos. Solo constancia, concentración y pequeños avances diarios.

¿Por qué funciona?
El cerebro odia los cambios bruscos: Prefiere lo familiar, incluso si eso significa seguir con malos hábitos.
Es más fácil mantener en el tiempo: un hábito pequeño va creciendo hasta que se hace parte de tu vida.
Cada pequeño avance crea una dosis de satisfacción con uno mismo que genera un círculo virtuoso. Piensas: “si he sido capaz de hacer esto, también podré hacer aquello otro”.
Aplicar el kaizen no significa conformarse con poco, en absoluto.
Se trata de lograr un progreso realista, sostenible y mucho menos agotador que los picos de motivación que al final se acaban esfumando.
Es como el cuento de la liebre y la tortuga: el progreso sostenido, por muy lento que sea, siempre se impone a los esfuerzos impulsivos.
Algunas ideas que puedes probar hoy mismo:
En vez de proponerte leer un libro al mes, empieza con 5 páginas al día. Ya irás subiendo el número de páginas con el tiempo.
Antes de eliminar el azúcar de tu vida, prueba a ir reduciendo su consumo: Si le echas dos cucharadas de azúcar al café, empieza echándole una sola porque no podrás eliminarlo de golpe.
Si no puedes meditar 15 minutos al día porque se te hace un mundo, empieza por 2 minutos al día y ve subiendo un minuto cada dos o tres días.
En definitiva: si tu objetivo es hacer algo, no vayas directamente a intentar completar ese objetivo de golpe. Empieza poco a poco y ve subiendo gradualmente.
La meta no es la perfección. Es ser un 1% mejor que ayer. Y al día siguiente, otro 1%. Y así, sin hacer ruido, un día te das cuenta de que has construido una vida más plena.
Si quieres conseguir el libro: “Un pequeño paso puede cambiar tu vida: El método Kaizen” simplemente respóndeme a este mail y a partir del viernes te lo mandaré directamente a tu correo.
Nos volvemos a leer el sábado.
Un saludo,
Quintus.