Academia Quintus

Tu vida entera puede cambiar en solo un año: 2026.

In partnership with

Estamos llegando a esas fechas en las que hay algo flotando en el aire que casi se puede tocar con las manos.

Una idea que mucha gente repite, pero que casi nadie se cree del todo:

“Mi vida podría ser muy distinta en un año.”

Suena bien, suena muy esperanzador, de hecho. Incluso motivador.

Pero en el fondo, la mayoría no lo cree. No de verdad, no al 100%.

Porque si lo creyeran, actuarían de otra forma.

La realidad es esta: un año es tiempo de sobra para cambiar una vida entera.

Pero solo bajo ciertas condiciones.

No es cuestión de empezar super fuerte en enero.
Ni de escribir objetivos ambiciosos.
Y sobre todo no es prometerte que “este año sí”.

Eso ya lo has hecho antes y no funcionó ¿Me equivoco?

Yo mismo he pasado por esas etapas de motivación extrema en enero, para seguir con un bache en febrero y mandarlo todo a la mi*rda.

Nada de eso funciona.

La diferencia no está en el tiempo: está en tres decisiones.

Si tu vida cambia de aquí a un año no será por suerte, ni por talento, ni por tener más tiempo libre.

Será porque hiciste tres cosas muy concretas:

  1. Te quisiste lo suficiente como para aceptar que mereces más.

  2. Fuiste lo bastante valiente como para desear algo distinto, como para querer cambiar tu situación actual.

  3. Fuiste lo bastante disciplinado como para trabajar por ello, incluso cuando no apetecía (sobre todo cuando no apetecía).

Sin esas tres cosas, el año pasa… y todo sigue igual.

Pero si cumples esas 3 cosas que te acabo de comentar, un año lo cambia todo.

1. Quererte lo suficiente para darte cuenta de que mereces más

Este es el punto que casi nadie dice se lo plantea realmente.

Porque no suena práctico.
Porque parece abstracto.
Porque es incómodo.

Pero en realidad, es la base de todo.

Si en el fondo crees que “esto es lo que hay”, no te moverás.
Si te has acostumbrado a sobrevivir, no aspirarás a más.
Si has normalizado el cansancio, el desorden o la frustración, no cambiarás nada.

El cambio empieza cuando hay una ruptura interna muy clara. Cuando te plantas y dices:

“Esto no es lo que quiero para mí.”

Pensar así no te hace egocéntrico ni te hace creerte mejor que nadie.

Simplemente eres una persona que está harta de cómo están las cosas y no quiere seguir soportándolas. Es un acto de respeto hacia ti mismo.

Es entender que tu tiempo, tu energía y tu vida valen más que seguir viviendo en automático.

2. Ser lo suficientemente valiente para querer más

Querer más no es ser avaricioso, es asumir una responsabilidad.

Porque cuando quieres más, también aceptas algo incómodo que nadie suele querer aceptar: que tu situación actual no ha aparecido en tu vida por casualidad.

Querer más implica mirarte con honestidad para darte cuenta de que el punto en el que estás en tu vida hoy mismo, es la suma de decisiones que has ido tomando en tu pasado.

Algunas de esas decisiones fueron conscientes (por ejemplo: voy a estudiar ingeniería) y otras son producto de no implicarte (nadie decide estar gordo, pero sí decides no hacer ejercicio y no preocuparte por tu dieta).

Debes revisar hábitos, aceptar errores y reconocer incoherencias.

Por eso tanta gente se queda a medio camino, porque da miedo reconocer que tú y solo tú eres responsable de tu situación. Y ese miedo se extiende:

Miedo a fracasar otra vez.
Miedo a comprometerse.
Miedo al ridículo.

Pero sin ese acto de valentía, sin decidir que quieres algo distinto, no hay cambio real.

3. Ser lo suficientemente disciplinado para trabajar por ello

Aquí es donde todo se concreta.

Como ya hemos hablado muchas veces: la disciplina no es intensidad, es continuidad.

Es hacer algo un día, y otro, y otro, y otro…

No se trata de hacerlo todo perfecto.
Se trata de, simplemente, hacerlo.
Días sin ganas.
Días sin épica.
Días a medio gas.

Y como también hemos dícho en mails anteriores: la disciplina no te quita libertad, te la da.

Porque con disciplina dejas de depender del estado de ánimo.
Porque te permite avanzar aunque no estés motivado.
Porque convierte el progreso en algo inevitable.

Un año de disciplina tranquila, bien dirigida y sin agobios… vale más que diez años de intentarlo “a ratos”.

Por qué un año es suficiente

La mayoría de la gente sobrestima lo que puede lograr en un día, una semana o un mes, y por eso se sobre carga de objetivos, tareas y metas.

“Este mes voy a perder 5 kg, leerme 7 libros, meditar 30 minutos diarios, levantarme a las 6 de la mañana…" Te suena ¿verdad?

Hacer tantas cosas en tan poco tiempo es imposible, y eso lleva a quemarse… y a abandonar.

Lo curioso es que la gente también subestima muchísimo lo que se puede lograr en un año, en dos o en tres.

Puedes dar la vuelta a tu vida completamente en un año. Y me refiero a dar la vuelta de verdad.

Basta con repetir pocas cosas bien hechas el tiempo suficiente. En un año puedes:

  • Eliminar hábitos que te están drenando energía

  • Construir hábitos que te aportan a tu vida

  • Ordenar tu rutina diaria

  • Recuperar tu foco

  • Dejar de sentir ansiedad por todo

  • Aprender a ser organizado

  • Aprender a manejar tu tiempo

  • Mejorar tu forma física

  • Mejorar tus finazas

  • Etc.

Todo esto y más lo puedes lograr, te doy mi palabra. Pero solo si hay un sistema.

No fuerza de voluntad ni motivación. Sistema.

El problema de casi todos los años: el “nuevo comienzo”

Se empiezan con ilusión, se sigue con (demasiada) intensidad y se termina con frustración.

Y no es por es por falta de ganas, sino porque falta estructura, de dirección, de saber por dónde empezar entre tanto caos… y por falta de acompañamiento.

La mayoría intenta cambiar solo, sin ayuda. Y como resultado:

  • Improvisa sin saber muy bien cómo hacerlo, como un malabarista.

  • Se exige demasiado en enero, se quema y se abandona en marzo.

  • Copia métodos de otras personas, pero que no encajan con su vida. No puedes pretender seguir la rutina de un tío soltero de 24 años si tú tienes 45, estás casado y tienes 2 hijos. Tú tienes que tener tu propia rutina, específica para ti, para tu situación concreta y única.

Y así pasan los años…

2026 puede ser distinto, pero solo si lo planteas distinto.

Por eso quiero contarte algo que anuncié hace unos días y que tiene mucho que ver con todo esto.

En enero de 2026 voy a lanzar un servicio de acompañamiento para personas que quieren dejar de intentarlo “a ratos” y empezar a construir un sistema real para lograr sus cambios.

La idea es simple, pero muy poco común:

12 meses.
12 hábitos que eliminamos (uno por mes).
12 hábitos que incorporamos (uno por mes).

Sin agobios.
Sin planes irreales.
Sin métodos que se vienen abajo al primer imprevisto.

Un año entero caminando contigo para que construyas hábitos que duren más que tus ganas del día 1 de enero.

Yo me encargaré de pensar, planificar y ajustar. Haré todo por ti.
Tú “solo” te tendrás que encargar de hacer lo que toca, cuando toca.

Estaremos en contacto todas las veces que haga falta (cada día si es necesario), por el medio que haga falta (videollamada, WhatsApp, Telegram, etc.).

Ya hay varias personas interesadas que me han estado escribiendo estos días, tras publicar el mail donde lo comenté por primera vez (el Micro Miércoles del 3/12/25).

El lunes 15/12/25 enviaré un mail con todos los detalles a las personas que ya han mostrado su interés. En él, contaré con pelos y señales mi servicio, cómo van a lograr sus objetivos y los distintos tipos de acompañamientos que ofrezco.

Si en ti resuena lo que has leído hoy.
Si estás cansado de perder año tras año y quieres que 2026 se convierta en el primer año del resto de tu vida.
Si no quieres volver a improvisar, quemarte o cagarla por el camino…

Respóndeme a este mail y te incluiré en la lista para recibir la información del lunes 15.

Recuerda: un año puede cambiarlo todo.
Pero solo si decides quererte, atreverte y disciplinarte lo suficiente.

Y lo dicho, espero tu respuesta para incluirte en la lista y mandarte el próximo lunes toda la info.

The Tech newsletter for Engineers who want to stay ahead

Tech moves fast, but you're still playing catch-up?

That's exactly why 100K+ engineers working at Google, Meta, and Apple read The Code twice a week.

Here's what you get:

  • Curated tech news that shapes your career - Filtered from thousands of sources so you know what's coming 6 months early.

  • Practical resources you can use immediately - Real tutorials and tools that solve actual engineering problems.

  • Research papers and insights decoded - We break down complex tech so you understand what matters.

All delivered twice a week in just 2 short emails.