Ayuda solo al que lo merezca

No todos tienen derecho a ti

In partnership with

“Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.”

- Pitágoras.

Hay frases que te golpean con ideas sencillas pero ciertas, como esta de Pitágoras.

Porque, seamos honestos, hay una delgada línea entre ayudar y hacerte cargo de problemas que no son tuyos.

Y si no tienes cuidado, esa línea se convierte en una soga que te ata.

Hoy hablaré de hasta qué punto debes ayudar a alguien y cuándo dejar de hacerlo.

Y si te gusta mi mail, te agradecería que leyeses la imagen que pongo al final.

El arte de ayudar (sin convertirte en una mula de carga emocional)

Hay gente que piensa que si no te desvives ayudando a los demás, no eres buena persona.

- “Ayuda en lo que puedas.”
- “Sé generoso con tu tiempo.”
- “Da lo mejor de ti a los demás.”

Todo eso suena muy bonito… hasta que te das cuenta de que has acabado cargando con mochilas que no son tuyas.

Y que la tuya, la única que de verdad puedes llevar, está abandonada en un rincón.

Ayudar no significa solucionar la vida de los demás

Hay una diferencia entre:

✅ Echar una mano a alguien que lo necesita.
🚫 Hacerte responsable de su vida como si fueras el héroe de su historia.

La primera te hace crecer.
La segunda te desgasta y te acaba quemando.

Cuando hablo con esto con amigos o familiares, me suelen tachar de egoísta.

Y para que comprendan mi punto de vista, les pongo un ejemplo que a mi me gusta mucho:

Si tú te rompes una pierna, el cirujano te operará para arreglarla lo mejor posible.

Esa y solo esa, es la parte de trabajo que le corresponde al cirujano.

Pero si quieres volver a caminar y usar tu pierna con normalidad, te corresponde a ti luchar para conseguirlo. Ese es tu trabajo.

Tendrás que que esforzarte en hacer los ejercicios de rehabilitación necesarios para que el hueso y la musculatura de tu pierna sanen perfectamente.

No puedes pretender que simplemente con la operación ya esté todo solucionado.

Pues lo mismo se aplica a la hora de prestar ayuda a los demás.

Si alguien te pide ayuda, tú debes ser como el cirujano, es decir, tienes que poner las cosas en orden. Casi siempre, con escuchar a la otra persona de forma activa en primer lugar, y dándole tu punto de vista en segundo lugar, suele ser suficiente.

Una vez que hagas eso, la otra persona debería esforzarse en aplicar tus consejos por sí misma. No puede pretender que tú le resuelvas todos los problemas… ella es la que debe trabajar.

¿Por qué nos cuesta tanto poner límites?

Porque confundimos generosidad con sacrificio.

Porque nos han enseñado que decir “no” es egoísta.

Porque nos da miedo perder el cariño, la aprobación o la gratitud de los demás.

Pero hay una verdad que no puedes ignorar: Si todo tu tiempo y energía están ocupados en las cargas de otros, no te queda espacio para ti mismo.

Y ahí es cuando empiezas a quemarte y tu propia salud mental se puede ver afectada.

El síndrome del salvador

Seguro que lo has sentido alguna vez:

  • Quieres ayudar a todos.

  • Te cargas con problemas ajenos que no sabes resolver.

  • Sientes que si no estás ahí para todos, el mundo se desmorona.

  • Te invade la culpa si dices “no puedo”.

Pero no te das cuenta de que hay gente por mucho que goce de tu ayuda, no quiere aplicarla.

Solo quieren tenerte como paño de lágrimas y como recadero.

Conozco a mucha gente que es así, que están tan acostumbrados al papel de víctima que se creen con derecho a disponer de los demás como si fueran siervos.

Ayudar sí. Cargar con todo, no.

Pitágoras lo entendió hace más de 2000 años: Ayuda a tus semejantes a levantar su carga.

Eso es empatía, eso es humanidad y si estás en disposición de ayudar, es casi una obligación.

Pero no te consideres obligado a llevársela.

Eso es codependencia, eso es ponerte a ti en segundo plano, eso es menosprecio de la otra persona hacia ti.

Además, si ayudas a absolutamente todo a la otra persona, le estás quitando la oportunidad de aprender de sus errores, de luchar sus propias batallas, de crecer como personas.

¿Cómo puedes aplicar la dosis justa de ayuda?

Aquí van algunas ideas prácticas:

1. Escucha y apoya, pero no soluciones todo
Escuchar es un acto de amor.
Pero resolverles la vida a los demás no siempre lo es.
Déjales espacio para que aprendan a resolver sus propios problemas.

2. Pregúntate: “¿Esto me corresponde a mí?”
Antes de lanzarte a ayudar, respira y piensa:
- ¿Es mi responsabilidad?
- ¿Estoy quitándole la oportunidad de crecer?
- ¿Estoy dejando de atender lo mío por esto?

3. Aprende a decir “no” sin culpa
“No puedo ayudarte con eso ahora” no es ser cruel.
Es respeto hacia ti mismo, hacia tus límites.
Y, a largo plazo, es más honesto que fingir una buena cara mientras te vas quemando poco a poco.

4. Recuerda que el sacrificio constante no es sostenible
Si te agotas cargando problemas ajenos, un día no tendrás energía ni para sostenerte a ti.
Y si no te sostienes tú, no podrás ayudar a nadie.

5. Sé consciente de tu propia carga
Antes de ofrecer tu espalda para más peso, revisa cómo está tu propia mochila emocional.
¿Te queda espacio?
¿O estás a punto de colapsar?

La generosidad bien entendida empieza en ti

Ser generoso no significa regalar tu vida a los demás.
Significa compartir lo que tienes sin perderte en el proceso.

No eres menos humano por proteger tus límites, eres más sabio. Y más útil a largo plazo.

Porque solo quien está en equilibrio puede dar desde el amor y no desde la obligación.

Ayuda a tus semejantes, échales una mano si están en el suelo.

Dales apoyo, compañía y guía si te lo piden.

Pero no cargues con sus problemas como si fuera tu misión en la vida.

La verdadera ayuda es la que acompaña, no la que sustituye.

La que da fuerza, no la que quita responsabilidad.

El equilibrio está en ayudar… sin olvidarte de ti.

Y hablando de ayudar… mira aquí abajo:

Learn AI in 5 minutes a day

This is the easiest way for a busy person wanting to learn AI in as little time as possible:

  1. Sign up for The Rundown AI newsletter

  2. They send you 5-minute email updates on the latest AI news and how to use it

  3. You learn how to become 2x more productive by leveraging AI